Titulo. Insuficiencia tricuspidea. Fisiopatologia, Aspectos diagnosticos y tratamiento.
Autor.
Dr. Jorge Serra Colina.
Introducción.
En
general esta enfermedad es reversible si la hipertensión pulmonar remite. La
fiebre reumática puede causar una insuficiencia tricúspide orgánica, que se
asocia a veces a una estenosis tricúspide. En otras ocasiones es de origen
congénito, como en la enfermedad de Ebstein o en los defectos del canal
auriculoventricular.
También
puede causarla la endocarditis infecciosa que aparece en los pacientes drogadictos,
por lo que se considera esta una causa importante de regurgitación tricúspide.
Entre las causas más raras podemos mencionar los traumatismos, el infarto de
los músculos papilares del ventrículo derecho y la fibrosis endomiocárdica.
Fisiopatología.
Se dice que la insuficiencia
tricúspide agrava el cuadro de fallo ventricular derecho, aunque la reducción
del gasto cardíaco que ocasiona alivia la congestión pulmonar. La sobrecarga de
volumen de las cavidades derechas incrementa el grado de dilatación de éstas. Durante
la inspiración profunda, al aumentar la presión negativa intratorácica,
facilita el retorno venoso, con lo que el volumen regurgitado también será
mayor.
Cuadro clínico.
Puede haber además ascitis y derrame
pleural. El latido del ventrículo derecho, en la porción baja del borde
esternal izquierdo, es amplio. A esta altura se ausculta un soplo
holosistólico, en ocasiones piante, que aumenta con la inspiración y disminuye
con la espiración y la maniobra de Valsalva.
Exámenes
complementarios.
- Rayos
X de tórax.
La radiografía de tórax muestra en general
una cardiomegalia que incluye el ventrículo y la aurícula derechos; esta última
es a veces gigante.
- Electrocardiograma.
En
el ECG, el ritmo de base es una fibrilación auricular; la tricuspidización
suele determinar una desviación del eje eléctrico a la derecha y, en ocasiones,
la reducción del voltaje en la derivación V1 con morfologías QS del
complejo ventricular.
- Ecocardiograma.
El ecocardiograma es característico de la
sobrecarga de volumen del ventrículo derecho, al mostrar la dilatación de esta
cavidad y un movimiento paradójico del tabique interventricular. Al igual que
en la insuficiencia mitral, el examen Doppler permite detectar la presencia de
un flujo turbulento, en este caso en la aurícula derecha.
- Cateterismo
cardiaco.
El
cateterismo cardíaco revela una disminución del gasto cardíaco con elevación de
las presiones de llenado del ventrículo y la aurícula derechos, con onda v
y descenso y pronunciados; la inyección de contraste en el ventrículo
derecho pone de relieve la regurgitación tricúspide, que puede cuantificarse.
Tratamiento.
En
ausencia de hipertensión pulmonar (traumatismo, endocarditis) la insuficiencia
tricúspide es bien tolerada y no requiere corrección quirúrgica.
En
la mayoría de los casos, como en la estenosis mitral, el tratamiento eficaz de
la lesión causal conduce a una reducción de la hipertensión pulmonar y a la
remisión progresiva de la regurgitación tricúspide.
No
obstante, a pesar de todo eso, en
ocasiones la gravedad de la hipertensión pulmonar, el grado de dilatación del
ventrículo derecho y la magnitud de la insuficiencia tricúspide aconsejan su
corrección mediante valvuloplastia, preferiblemente, o recambio valvular.
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Titulo. Estenosis tricuspidea. Aspectos clínicos, diagnóstico y tratamiento.
Autor. Dr. Jorge Serra Colina. Especialista en medicina general integral.
Introducción.
La estenosis tricuspidea es una valvulopatía de frecuencia rara. Se dice que en general es de etiología reumática y se asocia casi siempre a estenosis mitral. Otras causas de estenosis tricúspide son el síndrome carcinoide y la fibrosis endomiocárdica.
Fisiopatologia.
Al igual que en la estenosis mitral, se produce un gradiente transvalvular durante la diástole.
Su magnitud es escasa, ya que el gasto cardíaco se encuentra reducido, pero aumenta en la inspiración. La elevación de la presión auricular determina congestión venosa sistémica. Cuando el paciente mantiene el ritmo sinusal, presenta ondas a gigantes en el trazado de presión de la aurícula derecha.
Aunque coexista una estenosis mitral, la elevación de las presiones pulmonares es leve, como consecuencia de la reducción del gasto cardíaco.
Cuadro clínico.
En la mayoría de los casos hay signos clínicos previos de congestión pulmonar (por la lesión mitral asociada), si bien cuando la estenosis tricúspide es significativa existe una discordancia entre el grado de disnea y la magnitud del fallo derecho: ingurgitación yugular, hepatomegalia, edemas y ascitis. Algunos pacientes presentan además esplenomegalia e ictericia y desarrollan un cuadro de caquexia. Las manifestaciones clínicas de bajo gasto, fatiga y debilidad muscular son prácticamente constantes.
El diagnóstico puede omitirse fácilmente, ya que los signos auscultatorios se atribuyen a la estenosis mitral asociada. Hay que buscar sobre todo la presencia de dos chasquidos de apertura, el primero tricúspide (a 0,06 seg del segundo ruido) y el segundo mitral, y de un soplo diastólico que aumenta en inspiración en el área xifoide.
Los signos de hipertensión pulmonar pueden faltar, al igual que el latido ventricular derecho. Radiológicamente se aprecia la dilatación de la aurícula derecha y de la vena cava superior. En pacientes en ritmo sinusal el ECG muestra ondas P picudas en las derivaciones DII y V1; en la mayoría de los casos, sin embargo, el ritmo de base es una fibrilación auricular. El ecocardiograma de la válvula tricúspide estenótica es análogo al de la estenosis mitral y la aportación del examen por Doppler, similar. El cateterismo pone de manifiesto el gradiente diastólico transtricúspide; por encima de 5 mm Hg la estenosis suele ser grave, lo que corresponde a un área valvular de 1,5 cm2 o inferior.
Tratamiento.
El tratamiento de la estenosis tricúspide grave es quirúrgico. La comisurotomía suele seguirse de un resultado funcional satisfactorio y es siempre preferible a la sustitución valvular. Se practica en el curso de la misma intervención en que se efectúe la reparación de la lesión mitral.
Bibliografía.
- Farreras Rozman. Temas de medicina interna. Edición 14. Ediciones Hartcourt.año.2000
- Roca goderich Reinaldo y colaboradores. Temas de Medicina Interna. Editorial de ciencias medicas. La Habana. Año.2004
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